¿Por qué empezar un proceso terapéutico?
Esta misma tarde caminaba y pensaba en las razones que llevan a una persona a comenzar un proceso terapéutico o de trabajo-sobre-si. Repasaba las frases que escucho en consulta o que he escuchado a lo largo de mi propio proceso formativo-terapéutico, o que dije yo misma: "No puedo más", "Siento que la vida tiene que ser otra cosa", "Mi vida es gris, paso como de puntillas por ella", "Estoy deprimido", "Tengo ansiedad y parece que a veces va bien pero siempre acaba volviendo", "No disfruto de las cosas", "Por más que lo intento no puedo evitar discutir con mi pareja/padre/madre/hijo y después me siento culpable", "Me siento como muerta en vida", "Parece que no puedo querer", "No puedo olvidar", "No puedo vivir sin él", "No consigo superarlo"... Y lo que veo por debajo de las diferentes razones es ese impulso vital que reivindica su lugar, esa pequeña esperanza que hace dar el paso y empezar...ese coraje que está por debajo de la desesperanza que dice "no creo que esto me vaya a servir pero....". Y la frase directa y contundente que me encuentro al llegar a casa y encender la pantalla es la que comparto con vosotros y que me ayuda en mi reflexión. "Podemos morir en cualquier momento". Y cuánto olvidamos esto... que nos invita en realidad a abrazar a la vida desde YA... Si hay algo con lo que estamos sufriendo, nos sentimos insatisfechos o creemos que podría ir mejor... definitivamente, AHORA es el momento de empezar a trabajar sobre ello. ¿Qué tal sería escuchar y dar espacio a ese impulso que brota de lo más profundo?
"Una de las razones más poderosas para querer trabajar en ti mismo
es saber que puedes morir en cualquier momento" (Gurdjieff)