Una Terapia Profunda

Un poco acerca del enfoque que utilizo en mi trabajo ...

UNA TERAPIA PROFUNDA (“Los movimientos del alma son lentos”)

Trabajo desde una TERAPIA PROFUNDA, esto es, no atiendo enfocando exclusivamente a los síntomas tratando de corregirlos (ansiedad, tristeza, inseguridad, irritabilidad...) sino que te acompaño para dirigirnos juntas hacia un conocimiento PROFUNDO de ti misma o de ti mismo que ayudará a que estos síntomas

o manifestaciones se vayan recolocando.

Observamos pues esos síntomas (que probablemente sean los que te traen en busca de ayuda y sean un estupendo aliado o "hilo suelto" del que tirar para conocer más acerca de lo que nos están queriendo decir), pero los contemplamos como parte

de un todo mucho más amplio.

Este proceso es LENTO.

¿De qué está formado este "Todo"? De ti, de tu mundo....

Está formado de aquello que configura y define tus diferentes “campos” o “dimensiones”: físico, mental, emocional, vital y trascendental.

Esto es, aquello que te caracteriza, compartimentado en diferentes "cajones" que en la realidad no son estancos sino que se presentan entremezclados de maneras extremadamente originales y complejas en cada una de nosotras.

Tomamos en cuenta a tu cuerpo (como "traductor del alma", como envase que recoge

y posee la memoria de nuestras experiencias vitales y nuestra historia,

como cofre donde se hallan nuestros recursos y cualidades,

como aquel lugar que -como diría Alice Miller-"nunca miente" -y que es perfecto aliado en nuestro camino de desarrollo). En el cuerpo, en su forma, en sus síntomas,

en sus sensaciones … se encuentra el enlace directo al momento presente

y no hay cábalas posibles acerca de la información que nos proporciona.

Aprendemos a escucharlo y a leerlo así como a reconocer, cuidar y atender

sus movimientos inconclusos o no realizados, sus movimientos de autorregulación,

sus mecanismos de auto cuidado, sus somatizaciones...

Tomamos en cuenta tu mente y procesos mentales, observamos tus pensamientos, trabajamos desde tu conciencia para ampliarla y expandirla, desde tus percepciones,

y desde otras facultades cognitivas.

Observamos tu faceta emocional: cuáles son las emociones que están más presentes en tu vida, qué ocurre con aquellas que no identificas, y sobre todo, aprendemos

a traducirlas y comprender qué pistas te están dando acerca de lo que te ocurre.

Y cómo está en ti tu faceta energética- vital, así como tu parte más existencial, trascendental, espiritual o intangible: cómo te relacionas con las creencias religiosas

o espirituales, si es que las tienes, cómo es para ti la muerte, la enfermedad...

o qué sentido encuentras a la vida.

Naturalmente, para cada persona la intervención es muy diferente

y no tiene por qué atenderse de manera explícita cada uno de los ingredientes de ese "Todo". Esto es algo que suele darse de manera natural y espontánea,

ya que es como funciona la vida (si tocamos e intervenimos ampliando nuestra conciencia y comprensión en uno de los puntos, inevitablemente todos

los demás lugares serán influidos por este movimiento y se producirá una recolocación más tarde o más temprano).

Cada individuo posee en sí los colores de una única y genuina experiencia de vida: SOMOS SERES ÚNICOS, y por tanto la experiencia de vida transitada

es exclusivamente nuestra y está trazada con nuestras propias vivencias, cuerpo, emociones, creencias, deseos, necesidades, historia, sueños, sexualidad, experiencias vitales....que sería absurdo obviar.