Observadora de mis emociones

"No digas de ningún sentimiento que es pequeño o indigno. No vivimos de otra cosa que de nuestros pobres, hermosos y magníficos sentimientos, y cada uno de ellos contra el que comentemos una injusticia es una estrella que apagamos".

Hermann Hesse.

Con esta frase me encuentro nada más ponerme a repasar mis apuntes del curso de meditación que estoy recibiendo de la mano del terapeuta Aitor Ozerin.

En este caso la invitación práctica es el acercamiento desde la actitud meditativa- observadora, a las emociones y el mundo emocional. Esto sólo es un primer paso (darme cuenta de lo que estoy sintiendo). Desde esta observación, puedo ampliar mi conciencia tomando nota de cómo estos estados emocionales me influyen en la relación conmigo misma/o y con los demás. Y desde ahí, "escuchar, asumir y aceptar los mensajes que provienen de él" (del estado emocional/ sentimental).

Esto es un proceso en el que capa tras capa podemos ir desvelando patrones, necesidades, deseos... a la par que conectando y expandiendo nuestro lado más auténtico, ese sitio de observadora, de testigo, aquel paraje en el que SOY.

En "Mujeres en Expansión" aprendemos, de manera transversal, "educación emocional", esto es, a navegarnos en las emociones que sentimos, a darles espacio, a sentir cómo son en el cuerpo y cómo puedo actuar bajo su guía. Sin abandonarme y sin inundar al otro.