Carta a la niña interior

Os comparto esta Promesa o carta a la niña interior (pincha en este enlace para acceder a la misma)

Lo escrito tiene relación con esos momentos en los que la emoción es muy grande, y nos sentimos desbordadas o confusas. Algunas personas lo describen también como que "la cabeza va por un lado

y el corazón por otro" (y evidentemente no llegan a un acuerdo). Mientras la parte racional intelectualiza que lo que estamos viviendo

es de una manera (y afirma que no es lógico sentirse "así") la parte emocional continúa en su sentir (a veces imponiéndose, otras, en la polaridad,

siendo ninguneada).

No encajan. Parece que la reacción interna es desproporcionada,

exagerada o incoherente frente a lo que nos está ocurriendo. Es en esos momentos cuando la niña o niño interno (ese que quizás se tuvo que hacer mayor muy pronto, o por diferentes situaciones tuvo que guardar emociones insoportables para su edad en un cajoncito bien sellado) emerge pidiendo ayuda. O, dicho con otras palabras, cuando la parte que ha vivido trauma (abandono, rechazo, desatención... ) se manifiesta en nuestras vidas con la intensidad de la edad a la que aconteció ante un hecho presente que aparentemente, no tiene que ver (pero que de alguna manera, a nuestra parte inconsciente, le recuerda al suceso traumático). En este lugar (que surge sobre todo en las relaciones más cercanas,

donde el vínculo es más profundo) somos inmaduros (ya que apartamos la posibilidad de desarrollo al necesitar poner por delante un mecanismo de defensa que nos permitiera sobrevivir a lo que estaba pasando), y por eso, se le denomina "niño o niña interior".

Habitualmente esta manifestación genera una lucha interna en la que una u otra parte (niño-adulto/ emoción-razón...) pretende imponerse.

Es útil y saludable aprender a reconocer cuando se está produciendo esta batalla, y caminar en pro del consenso entre ambas partes.

Para ello, existen múltiples herramientas. Esto que os dejo es un ejemplo de ejercicio de auto-asistencia emocional, en el que podemos crear una imagen-talismán (en mi caso tuve que pedir ayuda para pasar lo que tenía en mi cabeza al papel- gracias Raúl-) y palabras dirigidas desde la parte adulta

hacia la parte más pequeña.