Diferencia entre vínculo de amistad y vínculo terapéutico
A veces, hay confusión entre amistad y terapia... así que dedico este rato a escribir mi parecer--- "Diferencias entre amistad y terapia"
En la amistad, tú y yo, las personas implicadas, tejemos juntos una relación afectiva en la que compartimos experiencias cotidianas, momentos de ocio, divagaciones mentales, inquietudes, pareceres, opiniones de la vida, estallidos emocionales, aburrimientos, música, conciertos, tardes de lluvia... nos reímos contando meteduras de pata, recordamos cosas que vivimos juntos, confesamos secretos, lloramos, nos apoyamos mutuamente... desahogamos, nos enfadamos, construimos desde el conflicto, o lo procuramos... y esto, es recíproco, bilateral... se genera o se va gestando de forma espontánea y se mantiene en el tiempo... o deja de existir...o se hace más profunda... o, en definitiva, cambia de forma o de intensidad cuando hay un conflicto que no sabemos resolver o simplemente cuando nuestras vidas toman caminos diferentes.
En la terapia, quien ocupa el rol de terapeuta proporciona un espacio seguro y un contexto terapéutico, formal, en el que se pone a disposición del cliente/paciente, con la intención de trenzar una relación de ayuda que facilite que quien acude con un bloqueo o con ganas de impulsar su desarrollo, se vaya abriendo, experimente nuevos patrones, tome conciencia de los que están presentes... de cara a descubrir juntos la manera de encontrarse mejor en la vida. Los terapeutas nos colocamos al servicio del proceso, y contamos con un bagaje profesional y personal que incluye (o debería incluir) una formación teórica de base, y un proceso personal de formación práctica-experiencial a través de las cuales obtenemos una serie de técnicas y una "mirada" amplia que nos permite generar y acompañar situaciones potenciales de cambio y apertura. En terapia, los terapeutas dejamos de lado nuestros problemas y cuestiones cotidianas (y esto es una de las principales diferencias con una relación amistosa). No podemos olvidar que la terapia es un TRABAJO; es por esto que cobramos (por sesión, por hora...) y esto repercute -entre otras cosas y por señalar de nuevo alguna de las características que la diferencian de una relación de amistad- en que la relación que se establece tenga una duración determinada en el tiempo, que es la necesaria para que el cliente logre sus objetivos o sienta que ha obtenido lo suficiente del proceso, o decida proseguir por otro lado.
En ambas relaciones, existe un vínculo afectivo. Sin él, la amistad no tendría sentido; sin él, la terapia no sería eficaz (al menos en profundidad), ya que las heridas se generan en una carencia de amor, y sólo cicatrizan con una mirada amorosa-a través-y-más-allá-de-la-técnica.
Y me quedo con una frase que encontré hace tiempo leyendo precisamente sobre este tema. Alguien comentaba, en respuesta a un texto que versaba sobre el vínculo amistoso y el vínculo terapéutico, lo siguiente:
"Supongo que hay personas que lo que necesitan no es un terapeuta sino un amigo, y otros que quieren que sus amigos sean sus terapeutas".
Os dejo con esta reflexión.
(Todo el rato hablo desde mi opinión, que desarrollo desde mi experiencia vital y desde las diversas formaciones en las que llevo inmersa tiempo, las cuales se encuentran dentro de la Psicología Humanista; en concreto y fundamentalmente, desde las corrientes a las que me siento afín, esto es, la Terapia Gestalt y Psicoterapia Somática en Biosintesis.)
