top of page

Reivindicación del SER como algo normal y natural


Generalmente a la pregunta ¿quién eres? respondemos desde la identificación con lo que hacemos (“soy médico/pintor/abogada...”), con lo que nos gusta (“soy una persona a la que le gusta la naturaleza”), con nuestra posición dentro de la familia (“soy la pequeña de tres hermanos”), con nuestra ideología o sistema de creencias (“soy budista/ soy vegetariano...”) o en cualquier caso con algo que pensamos, sentimos o actuamos. También por supuesto (y suele ser la primera respuesta) con el nombre que nos ha sido asignado -o que en algunos casos hemos elegido- y que nos da una concreción, una contención, un “envase” nombrable, una manera de auto-reconocimiento, auto- expresión y auto- afirmación que condensa esta respuesta para por un lado sentirnos, y por otro, presentarnos a la otra y al mundo.

Otra cosa que ocurre cuando nos enfrentamos a esta pregunta en determinados contextos es que parece que la respuesta “real” perteneciera sólo a una pequeña porción de privilegiadas que han obtenido la iluminación y el acceso a ese misterio llamado en ocasiones con cierta connotación de ser algo reservado a quienes acceden a una sabiduría suprema: “Esencia”, “Ser auténtico”, “Dios interno”, etc.

La noticia es que todo es más sencillo. Es que SOMOS más allá de todo lo anterior que he mencionado en el primer párrafo, y que ese acceso a saber y sentir que SOMOS está al alcance de todas las personas y no es nada complicado ni debe necesariamente estar teñido de un aura de magia y misticismo (quiero decir que no es ni mucho menos , requisito fundamental para conectar con esto que la persona esté dedicada a dios o asuntos espirituales, aunque es cierto que las disciplinas y filosofías que atienden directamente esta faceta humana hablando directamente de “lo que somos” y dándole diversos nombres).

AQUELLO QUE SOMOS no es más que lo que permanece como nosotros independientemente de la familia, cultura, sociedad y momento histórico en que nos hayamos desarrollado. Y aquello que está y que nos define, también de manera independiente a las experiencias de vida que hayamos tenido y que estemos transitando. Es decir, literalmente, la esencia. Y aquí retomo la definición de la RAE que entiende por “esencia” el “conjunto de características permanentes e invariables que determinan a un ser o una cosa y sin las cuales no sería lo que es”. No es la identidad social, definida por nuestros diversos roles (que es un puente absolutamente necesario y valioso entre la esencia y el mundo) sino la identidad “per se”, por el simple hecho de haber nacido y de ser un SER viviente. Se trata de nuestra existencia.

LO QUE SOMOS está definido por haber venido al mundo como SERES HUMANOS (independientemente de la creencia que tenga cada cual, este es el hecho obvio y observable; aquí y ahora experimentamos la vida desde una carcasa humana con unas determinadas características que hacen que sea definida como perteneciente a la especie humana). Como tales, y desde lo que se conoce a día de hoy, somos seres -entre otras cosas- CONSCIENTES (y de nuevo me remito a la RAE para la que “conciencia” es el “conocimiento que el ser humano tiene de su propia existencia, de sus estados y de sus actos”). Y es el desarrollo de esa conciencia lo que nos permite “separarnos” y observar qué es aquello que como anteriormente mencioné pensamos, sentimos y actuamos (influenciado por nuestra historia de vida particular, por las experiencias que hemos vivido, por las creencias de nuestras madres y padres o figuras parentales, por las creencias culturales/sociales, momento histórico, por la interacción con personas/grupos/instituciones, etc....) así como lo que persiste por debajo, y ser así TESTIGOS DE NOSOTRAS MISMAS, OBSERVADORES de nuestros propios procesos.

Y es esto a lo que me refiero con LO QUE SOMOS. En cuanto ocurre esta separación me convierto en aquel o aquella que está por detrás o por debajo de todo aquello que podemos observar, de lo que nos podemos distanciar, de lo que podemos ser conscientes, lo que podemos experimentar. Somos un ser consciente CON pensamientos. CON emociones y sentimientos. QUE REALIZA acciones en el mundo...

Hay en esta conciencia de ser una posibilidad de ser entrenada, lo cual se puede hacer favoreciendo la conexión con este estado desde diversas técnicas (muchas ahora englobadas por el “mindfulness”, también desde cualquiera que invite a una atención consciente, conciencia corporal...). El objetivo es repetir esta experiencia de conectar con este SER-sin-más, más allá o más acá de lo que es habitualmente considerado como cotidiano y dotar (¡más bien devolver!) así de profundidad nuestras vidas. Implican un darse cuenta de lo relativo y necesario de aquello “que nos viene dado” o que es aprendido, y es una llamada a la inteligencia crítica, a la libertad, a la responsabilidad... así como puerta abierta hacia una integración de la dimensión espiritual/ trascendental/ desconocida/(dad el nombre que más os sirva y menos os rechine u os impida seguir leyendo) que engloba todo aquello que no comprendemos mucho más allá de doctrinas religiosas y espirituales (ya que nos pertenece por lo mismo, por el hecho de SER y de EXISTIR).

Trato con este texto de explicar y dar contexto al taller que presento. Aprovecho así para ordenar mis ideas, también para darme cuenta de que necesito revisarlas y de que esto no es más que un borrador que aún así quiero compartir, (revisarlas porque aunque dentro de mi hay algo muy claro, quizás no sea así tanto cuando lo expreso). También para reivindicar que todo eso que durante años ha sido sostenido por religiones y que en un momento dado ha quedado o podido quedar para muchas desatendido -cuando lo cierto es que toca algo tan profundo y tan inquietante, tan dador de sentido de vida, tan existencial...- para el ser humano-, puede ser acogido desde un lugar interno. Nos pertenece, no está fuera, y las doctrinas que pretenden sustituir a la caída religión no son más que puestas en escena, performances, que necesitamos jugar para finalmente conectar con algo que está dentro (no puede ser de otro modo). Y que este algo, es en cierto modo“simple” y forma parte de lo que nos viene dado por existir.

Invito a jugar, como juegan las niñas y los niños (tomando el juego como algo liviano y a la vez tan importante, como ensayo para abrirse camino a experimentar la realidad) creas o no creas, a darte cuenta de “eso que también eres”. (A ver qué pasa...)

Posts destacados:
Posts recientes:
Búsqueda por etiqueta:
Facebook:
  • Facebook Classic
bottom of page